Cómo acertar en la distribución de la cocina: las diferentes formas de cocina
Existen diferentes formas de cocina, cada una con sus ventajas e inconvenientes, de ahí la importancia de elegir la distribución de la cocina con conocimiento de causa, teniendo en cuenta la forma de la pieza y el uso que le vas a dar a este espacio.
Cocina abierta o cerrada
Antiguamente, la cocina era una pieza por sí sola, secreta y discreta en la que no solían entrar los invitados. En la actualidad, esta zona de preparación de comida se ha convertido en un lugar de primer orden para disfrutar de la compañía. Este cambio en su función también ha provocado un cambio en su silueta y el auge de las cocinas abiertas, de plena tendencia e idóneas para compartir buenos momentos. Con este tipo de disposición, la cocina es más acogedora, pero con algún que otro inconveniente. A diferencia de la cocina cerrada, la cocina abierta deja pasar olores y ruidos, por eso conviene disponer de una campana extractora eficaz y un frigorífico silencioso para evitar molestias olfativas y sonoras mientras disfrutamos de la comida o la cena. Además, una cocina abierta tiene que estar siempre bien ordenada y organizada porque forma parte de la decoración del salón o comedor. Por tanto, si tus sesiones de cocina creativa suelen ser moviditas, ¡nada mejor como tener una puerta para aislarte y disimular el jaleo! Por último, una cocina cerrada permite disponer de un lugar tranquilo, alejado de la agitación del salón si te gusta cocinar sin que te molesten.
Ventajas e inconvenientes de las diferentes formas de cocina
• Cocina en L
La cocina lineal es una configuración idónea para espacios reducidos. Es fácil de amueblar y sale más barata. En cambio, ten en cuenta que una cocina instalada en el pasillo de un estudio, por ejemplo, requiere disponer de una profundidad mínima de 1,80 m para circular cómodamente y abrir los cajones y las puertas de los muebles. En el caso de una cocina abierta, este tipo de distribución tiene la ventaja de ser discreta. Sin embargo, su uso no es del todo cómodo en el día a día, porque la cocina lineal no respeta el triángulo de actividad. En una pieza cerrada, el efecto de cocina pasillo puede carecer de armonía, pero si está abierta al salón, no permite ocultar los electrodomésticos.
• Cocina en paralelo
Esta disposición permite optimizar el espacio en una pieza cerrada. Maximiza los espacios de almacenamiento y el tamaño de la encimera. Además, no tiene ningún inconveniente. Si la superficie lo permite, es una de las opciones más acertadas para una cocina cerrada.
• Cocina en L
Una disposición en ángulo es una opción excelente para cocinas medianas, es decir, superiores a 10 m², porque el triángulo de actividad queda optimizado y varias personas pueden trabajar al mismo tiempo. Todos los elementos quedan al alcance de la mano y la cocina en ele minimiza los desplazamientos. Sin embargo, cabe destacar que el retorno necesita una longitud mínima de 1,20 m. Si eliges una cocina abierta, esta distribución es idónea para instalar una mesa en la pieza.
• Cocina en U
Esta disposición permite contar con un máximo de espacios de almacenamiento y una gran encimera. Si te gusta coleccionar utensilios y cocinar en pareja, es una opción excelente. En el marco de una cocina abierta, este tipo de implantación no es tan cómodo como una versión con isla. Sin embargo, si tienes espacio suficiente, puedes instalar en el centro una mesa redonda y tu cocina ixina® será un elemento clave de la decoración.
• Cocina con isla
Una cocina de convivencia, porque optimiza la circulación y permite cocinar cómodamente entre varias personas. Alrededor de la isla, la familia se reúne para comer, charlar o jugar.
Cómo acertar en la distribución de la cocina: dónde instalar los electrodomésticos
El triángulo de actividad
El triángulo de actividad se compone de tres partes esenciales de la pieza: la zona de cocción (placa, horno y microondas), la zona de limpieza y residuos (fregadero, lavavajillas y basura) y la zona de abastecimiento (frigorífico y despensa). Acertar en la distribución de una cocina consiste en crear el trayecto más corto entre la placa, el fregadero y el frigorífico. Las tres funciones tienen que ser lo más accesible posible.
Trucos para una cocina funcional
• Respetar los espacios entre los diferentes elementos
En una cocina lineal, necesitas al menos un metro entre la pared y los frontales para circular cómodamente.
Para una cocina en paralelo, en U o con isla, respeta una distancia mínima de 120 centímetros entre los muebles enfrentados para poder abrir los cajones sin que choquen entre sí.
En una cocina abierta, la encimera tiene que estar alejada al menos a 90 centímetros de la mesa de comer para poder levantarse fácilmente de la silla.
• Elegir la ubicación de los electrodomésticos
Para el horno, nada mejor como tenerlo en altura, a unos 90 centímetros del suelo para poder vigilar la cocción fácilmente. Además, evitarás dolores de espalda para retirar las bandejas y protegerás a los niños de sufrir quemaduras accidentales.
Para el frigorífico y el congelador, conviene instalarlos cerca de la encimera para apoyar la compra y ordenar tranquilamente los productos alimentarios en los compartimentos fríos. En las cocinas en L o en U, procura no instalar el fregadero o la placa en una esquina. Si eres una persona diestra, coloca la basura a la derecha del fregadero y el lavavajillas a la izquierda; al revés si eres una persona zurda. De esta forma, lavar los platos y los utensilios te será mucho más fácil.
